Cada año, en estas fechas, redescubro el placer de la vuelta a la rutina, la interiorización y los bosques húmedos del otoño. Los frutos de esta estación me encantan no solo por su sabor, sino porque no los puedes disfrutar durante todo el año y son un regalo durante pocos meses.
Setas, caquis, olivas, granadas, nueces y membrillos, entre otros, son los alimentos que impregnan de color y sabor los platos de esta época.
Durante los meses de octubre y noviembre Mallorca se tiñe de verde, y no especialmente porque las lluvias hagan crecer la hierba, más bien por las telas verdes que sirven de ayuda en la recolecta del fruto del olivo: las aceitunas.
Aún hay numerosas familias que recogen las aceitunas y con ellas elaboran el aceite de oliva virgen para cocinar durante todo el año, así como embotellan aceitunas que servirán también de aperitivo en la mayoría de platos de la cocina mediterránea.
En la alimentación actual hay una corriente en contra de las grasas que invade de etiquetas “light” numerosos productos del mercado y lleva a las familias a descartar ciertos alimentos creyendo que son demasiado calóricos. Desde Nutreatude, y como expertas en nutrición, queremos revisar estos mitos e invitaros a apreciar, tal y como se ha hecho durante muchos años, el placer de las aceitunas o el aceite de oliva virgen.
Propiedades de las aceitunas
Muchos pacientes, al plantearse un cambio de hábitos alimentarios para reducir peso, nos preguntan si pueden o no comer aceitunas o bien se alarman si les indicamos comerlas. Esto se debe a que hace unos años (algunos profesionales de la salud, siguen haciéndolo en la actualidad) en la dietas de bajada de peso se desaconsejaban las aceitunas debido a su alto contenido en grasas.
Las grasas saludables son imprescindibles, por lo que siempre recomendamos el consumo de aceite de oliva virgen extra, aceite de coco, aguacate y frutos secos. Todos estos alimentos son muy apreciados por su composición nutricional y por el efecto saciante que provocan. En cambio, para bajar de peso recomendamos alejarnos de los azúcares refinados, alimentos procesados, grasas procesadas como margarinas y aceites vegetales de mala calidad como el de palma.
Las aceitunas contienen altas cantidades de Omega 3 y Omega 6 (grasas necesarias para el organismo), además de aportar vitamina C, A y B1 (necesarias para el buen funcionamiento del sistema nervioso), hierro y sodio. Gracias a sus polifenoles, las aceitunas ayudan a reducir la inflamación, protegen frente la agregación plaquetaria y bloquean enzimas relacionados con la síntesis de estrógenos, entre otras funciones. Es un alimento amigo del aparato circulatorio gracias al ácido oleico, una grasa monoinsaturada que ayuda a balancear las grasas saturadas.
Todos estos son buenos motivos para continuar comiendo aceitunas como aperitivo o tentempié. Sólo deben reducir su consumo las personas con hipertensión debido a la cantidad de sal presente en las aceitunas al conservarlas.
Aquí os dejamos una receta para conservar vuestras propias aceitunas:
Poner las aceitunas en remojo con abundante agua durante 1 semana e ir cambiando el agua cada dos días. Tras esta periodo dispones las aceitunas en un recipiente grande con 100 g de sal marina por cada litro de agua (la cantidad de agua dependerá de la cantidad de aceitunas), hinojo, hoja de limonero y un trozo de algarroba. Se embotellan y dejan reposar durante dos semanas mínimo antes de consumirlas.
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